La Residència Santa Maria del Tura rinde homenaje a Maria Branyas con una placa en la sala que lleva su nombre

El viernes día 26 de septiembre, en la Residència Santa Maria del Tura vivimos un momento muy emotivo con la inauguración de una placa conmemorativa en recuerdo de Maria Branyas Morera, quien murió en agosto de 2024, con 117 años, tras haber vivido aquí sus últimos 22.
La inauguración de la sala que ahora lleva su nombre se desarrolló en un ambiente entrañable, con un nutrido grupo de personas residentes y profesionales de la Residencia. Durante el acto, se recordó la vida de Maria Branyas, su forma de afrontarla con serenidad y amabilidad, y las más de dos décadas que pasó en la Residència Santa Maria del Tura, donde fue envejeciendo hasta convertirse en la persona de mayor edad registrada en el mundo.
El acto, celebrado en un ambiente emotivo y familiar, contó con la presencia de una de sus hijas, Rosa Maria, y de su yerno Jesús, quienes expresaron palabras de sincero agradecimiento por la dedicación y el cuidado brindado por el equipo humano del Centro.
La exalcaldesa de Olot Isabel Brussosa fue la encargada de repasar en una lectura pública la biografía de Branyas, recogida en un libro de Pilar Riera. Posteriormente, la hija Rosa Maria y la Superiora de la Comunidad, la Hna. Josefina Palacín, descubrieron la placa que recuerda y celebra su memoria.
Esta placa da nombre a una de las salas donde Maria Branyas pasó largas horas, “donde ella hacía vida”, explican quienes la cuidaron, y responde a la voluntad de la Residència Santa Maria del Tura de dejar constancia de su huella imborrable y conservar su esencia entre quienes la conocieron.
Claves de longevidad de los ‘supercentenarios’
Este homenaje ha coincidido con la difusión estos días en los medios de comunicación de los resultados del estudio científico internacional encabezado por el doctor Manel Esteller, director del grupo de Epigenética del Cáncer del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, sobre algunas claves de la longevidad de Maria Branyas.
A partir de un minucioso trabajo, basado en muestras tomadas en vida en manos del equipo, con la intervención del joven investigador Eloy Santos, a quien la Residencia recuerda por su buena relación con Maria Branyas y con el Centro, ha revelado lo siguiente: un microbioma intestinal “comparable al de una niña”, la dieta mediterránea constante y la ausencia de alcohol y tabaco a lo largo de su vida, a lo que se añade la ingesta frecuente de yogures.
Trayectoria vital y acontecimientos superados
Maria Branyas nació en San Francisco en 1907, si bien era hija de padre navarro y madre catalana. Pasó sus primeros años en Estados Unidos hasta que la familia regresó a España en 1915. Se instaló en Cataluña, y en 1931 se casó con el médico Joan Moret, con quien tuvo 3 hijos, además de 11 nietos y 13 bisnietos que pudo conocer.
A lo largo de su vida sobrevivió a la gripe de 1918, la Guerra Civil, con destables sus colaboraciones como enfermera al lado de su marido, y la covid en el año 2020, entre otros acontecimientos. Su longevidad la atribuía a la calma, los vínculos familiares, la naturaleza, la actitud positiva y la genética.
Eligió la Residència Santa Maria del Tura para estar cerca, en Olot, de una prima. Recibía aquí de forma constante la visita de su familia y también de la Religiosa de San José de Gerona Josefa Úbeda, con quien mantenía una fraterna relación.
Contribución a la sociedad
La predisposición total de Maria Branyas para el estudio científico fue su última contribución a la sociedad, hasta tal punto que afirmó: “con estas muestras de ADN ya puedo morir en paz”. Manifestaba así su alegría porque en el futuro otros investigadores utilizarán este material para continuar avanzando en la investigación del envejecimiento.
Con este doble reconocimiento, humano y científico, se refuerza la memoria de Maria Branyas como un ejemplo de vitalidad y ánimo sosegado, que permanece en la Residència Santa Maria del Tura y entre quienes la conocieron.