Vermuts de verano en la Residència Santa Maria del Tura

Una terraza en el Firal de Olot, unas bravas, aceitunas, bebidas frescas, conversaciones que florecen y recuerdos. Así son los Vermuts de verano que organiza cada año la Residencia Santa María del Tura, una actividad que va mucho mas allá de pasar un buen rato: es una apuesta decidida por la participación activa y la conexión emocional con el entorno y la identidad.

Esta iniciativa, que este año ha celebrado su último vermut el 18 de julio con el grupo rosa de la Residencia, formado por personas con trastorno de conducta, es posible gracias a la tarea del equipo encabezada por Carmen Pardo, la educadora social del Centro, con la colaboración de profesionales, voluntarios y Hermanas de la Comunidad.

Cuenta, además, con una peculiar fuente de financiamiento: la recaptación de los tenderetes de Santa Lucía y San Jordi, donde se vendes productos creados por las personas residentes en el taller de costura y manualidades.

Este año los vermuts han empezado el 4 de julio. Se hacen los viernes por la mañana, por turnos y grupos de convivencia.

Las bebidas, los aperitivos y el ambiente de la calle los invitan a socializar, a reconocer espacios y personas, y a volver a sentirse parte viva de su ciudad. “Siempre los saluda alguien. Les dicen: ’Mira que bien estáis aquí!’ I en ocasiones incluso acaban cantando alguna canción”.

Son momentos que rompen con la rutina, que refuerzan los vínculos y que despiertan recuerdos cargados de vida. Con cada conversación, con la vista en la calle se trabaja la memoria y la personalidad.

Para todos, también desde “casa”

Las personas residentes que, por cuestiones de salud, no pueden salir, como es el caso del grupo verde, también hacen su vermut. Para ellas, se celebra en el mismo centro, con aperitivos adaptados (texturizados) que conservan el sabor, gracias a la labor de los/las cocineros/as del centro, quién también texturizan otras recetas y platos tradicionales, como la coca de Sant Joan.

Esta mirada inclusiva garantiza que todas las personas residentes puedan participar, de una manera u otra, de una actividad que celebra el verano, la vida comunitaria y el derecho de disfrutar-la.

Los Vermuts de verano son mucho mas que una salida puntual: son fruto de una tarea constante y colectiva. Desde talleres creativos donde se elaboran las piezas que se venden, hasta el acompañamiento profesional, emocional y logístico de las salidas; cada detalle habla de un modelo de residencia comprometido con la autonomía, la dignidad y la felicidad de las personas mayores.